Suena extraño que una persona sin problemas mentales no se considere normal. Pero, ¿qué es la normalidad? Comer, dormir, respirar... ¿Y mentalmente que se considera normal?
Socialmente la normalidad empieza a ser síntoma de inmovilismo, de dormir despiertos, de gritar al vacío o a oídos sordos que se niegan a escuchar.
Tal vez la normalidad pasa por seguir unas reglas autoimpuestas por nadie, por la costumbre, por seguir la línea de la vida que el ritmo de la gente impone y que permanece invariable hasta que un día, sin darnos cuenta miramos hacia atrás y no nos reconocemos en el pasado o nos vemos reflejados en un presente que tampoco nos representa.
Como no reúno ninguno de estos requisitos, pues no me considero una persona normal.
Dentro de esa legalidad impuesta y que a veces en su interpretación ralla la amoralidad mi pretensión solo es cuestionarme, cuestionaros y cuestionar todos esos pensamientos y sentimientos que dejan de ser normales cuando salen del ámbito interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario